Gibson, la emblemática fabricante de guitarras eléctricas y uno de los pilares del sonido del rock, se declaró este martes en bancarrota; por lo que solicitó protección federal ante sus acreedores debido a las fuertes deudas que ha contraído en los últimos años.
De acuerdo con los documentos financieros presentados este marte, Gibson Brands Inc comenzará un proceso de reestructuración para pagar sus deudas y salir a flote; la empresa seguirá operando con 135 millones dólares prestados.
La compañía fue fundada en 1894 en Nashville, Tennessee, sin embargo, fue hasta segunda mitad del siglo XX que alcanzó su esplendor, principalmente por la explosión del rock y la contribución de Lester William Polsfuss, mejor conocido como Les Paul.
Gibson es famosa por sus guitarras Les Paul y Epiphone, las cuales han sido utilizadas por algunos de los mejores guitarrista de rock; Jimmy Page, Eric Clapton, Jeff Beck y Slash tienen estos instrumentos entre sus favoritos. La empresa también produce los pianos Wurlitzer.
La declaración de bancarrota es sólo la punta del iceberg de sus problemas financieros, pues la empresa ya había vendido otras marcas secundarias; también ha empezado a liquidar su unidad Gibson Innovations, la cual incluye audífonos, amplificadores y otros accesorios.
“Es una de las marcas más conocidas en todo el planeta”, declaró George Gruhn de Gruhn Guitars, una famosa tienda de guitarras antiguas.
Gibson goza de la mayor participación de mercado en cuanto a guitarras de alta gama. Vende más de 170.000 guitarras al año en más de 80 países, incluso más del 40% de todas las guitarras eléctricas de precios superiores a los 2.000 dólares, según los documentos financieros.
“La decisión de concentrarnos en nuestro principal producto, los instrumentos musicales, aunada al apoyo de nuestros accionistas, asegurará la estabilidad y la salud financiera de la compañía a largo plazo”, dijo en un comunicado de prensa Henry Juszkiewicz, presidente de la Gibson.
Gruhn, experto en guitarras, opinó que la quiebra de la empresa era algo sabido debido a las enormes deudas incurridas cuando incursionó en el mercado de los artefactos electrónicos. No obstante, ello no significa que la marca Gibson desaparecerá, dijo.
“La marca y la reputación de la empresa como fabricante de guitarras está algo empañada, pero no ha muerto, de ninguna manera, y es bien capaz de recuperarse de esto”, manifestó Gruhn.
Una cantidad innumerable de legendarios guitarristas han usado guitarras Gibson; la famosa guitarra que tocaba B.B. King y que él apodaba “Lucille”, era una Gibson.
“Es casi imposible encontrar a alguien que toque guitarra eléctrica o acústica y que no tenga una Gibson”, expresó Gruhn.