BUENOS AIRES, 10 mar (Reuters) – Argentina dispuso el martes la aplicación de licencias no automáticas para la importación de petróleo, gas oil y naftas para controlar su ingreso al país ante la caída del precio internacional del barril y evitar que las compras afecten a la producción local, dijo una fuente del ministerio de Producción.
Las licencias no automáticas pueden demorar hasta 60 días para su aprobación y requiere que las empresas entreguen información adicional sobre sus compras al exterior.
“El objetivo es garantizar la producción nacional y el empleo de los argentinos. El Ministerio llevará adelante una ronda de consultas con sindicatos, empresas y provincias productoras para monitorear la situación y evaluar próximos pasos”, explicó la fuente.
Los precios del petróleo subieron el martes en torno a un 8%, rebotando de su mayor caída en casi 30 años, ya que la posibilidad de estímulos económicos alentó las compras y los productores estadounidenses recortaron el gasto, una medida que podría reducir el bombeo.
La industria necesita de un barril de entre 50 y 55 dólares para mantener su inversión en Vaca Muerta, que podría albergar una de las mayores reservas de no convencionales del mundo, según cálculos de José Luis Sureba, exsecretario de recursos hidrocarburíferos del país.
“Vaca Muerta ya está casi paralizada. Si para junio no se reactiva, para el invierno de 2021 va a volver a faltar gas”, explicó.
Vaca Muerta, que tiene una superficie similar a la de Bélgica, es clave para el desarrollo y la generación de divisas, en momentos en que la economía de Argentina se encuentra en recesión y el país se encamina a una renegociación de deuda soberana.
El Gobierno se encuentra en una encrucijada ya que necesita un precio del petróleo que haga atractiva la inversión en el sector para cuidar los puestos de trabajo y generar divisas de la exportación, pero sin que ello genere un aumento en los precios de los combustibles en el mercado interno debido a la alta inflación.
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(Reporte de Jorge Iorio, Escrito por Eliana Raszewski y Walter Bianchi; Editado por Manuel Farías)