Banner

El medio que cubre todo Coahuila

12 de noviembre de 2025
Opinión

Dobleces

Dobleces
  • noviembre 12, 2025

La insensible CNDH

Israel Mendoza Pérez
@imendozape

La actitud insensible de Rosario Piedra, presidenta de la CNDH, frente al asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, es la confirmación de la apatía a la agenda de seguridad del país. Mientras el gobierno federal reconfigura su estrategia de pacificación en Michoacán, la ombudsman no se atrevió a condenar el acto de violencia en contra del presidente municipal.

Este caso no solo fue omiso para Piedra Ibarra, sino que Lorenzo Antonio Zúñiga Luna, encargado de la Coordinación de la Oficina Foránea de Morelia, tampoco levantó la voz para condenar el crimen que impacta a la población de un municipio. Tampoco la solidaridad con los deudos. 

La CNDH en Morelia se encuentra bajo una coordinación creada por Francisco Estrada, bajo los lineamientos del desprecio a su titular. Zúñiga Luna fue del grupo de funcionarios que, en su momento, se encontraron bajo el fuego amigo del secretario Ejecutivo por carecer de estudios universitarios y la crítica por tener antecedentes penales. Todo lo contrario a lo que Estrada presume como autor de libros de su tema el henriquismo.

Cuando el Órgano de Control Interno de la CNDH detectó que Zúñiga Luna no tenía la preparación suficiente para solventar el cargo, Francisco Estrada, quien se cree ideólogo de la democracia mexicana, lamentó el nombramiento, pero lo sostuvo por conveniencia futura.

A la CNDH le pasó de noche el crimen del alcalde, pues el asesinato de Carlos Manzo es un golpe a varias estructuras que configuran el poder político. El daño a la seguridad, a la democracia y a los derechos humanos quedan expuestos para un análisis y planes de fondo.

Es preocupante la insensibilidad de la CNDH, ya que en el país por lo menos 56 actores políticos han sido asesinados durante este año, siete de ellos eran alcaldes. El más reciente el del presidente municipal de Uruapan. Y en la mayoría la CNDH mantiene mutis.

Por ejemplo, el 4 de noviembre, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), repudió el asesinato de Carlos Manzo, alcalde de Uruapan, el 1 de noviembre durante un evento en Michoacán. “Manzo había denunciado públicamente la situación de violencia en su municipio y por eso contaba con protección federal por amenazas recibidas en contra de su vida e integridad. La Comisión toma nota del anuncio del inicio de investigaciones por autoridades estatales”.

En tanto, el organismo autónomo en México, garante de la defensa del pueblo, guarda un silencio insensible a más de 10 días del crimen contra el alcalde. Como respuesta, al crimen, el Gobierno de la cuatroté lanzó el Plan Michoacán, como señal de que el estado se encuentra en un punto de inflexión histórica. Es un antes y un después del asesinato.

En este contexto, el estado tiene municipios en situaciones de rurales o semiurbanas y con un suelo muy fértil, es estratégico para muchas actividades tanto lícitas como ilícitas, es un estado muy rico que no podía pasar inadvertido de la delincuencia organizada. De eso debería estar atenta la CNDH, sin embargo, solo los temas de su agenda son los relevantes.