Trizas y trazos

Cuando Díaz le dijo ‘no’ a Taft
Antonio Zamora
La primera entrevista entre mandatarios de E.U. y México… se celebró el 16 de octubre, pero del año 1909.
El presidente de EE.UU., William H. Taft, envió una invitación al presidente Porfirio Díaz para entrevistarse en la frontera. Porfirio Díaz aceptó la invitación el 6 de julio, y el Congreso la autorizó el 24 de septiembre para que saliera de territorio nacional. La entrevista fue fijada para el 16 de octubre de 1909.
El aquelarre político sería en las ciudades de El Paso, Texas, y Ciudad Juárez, Chihuahua. Por primera ocasión en la historia de los dos países, los presidentes de las naciones vecinas se reunían. La entrevista se dio primero en la Cámara de Comercio de El Paso, Texas, donde acudió don Porfirio. Taft dijo:
“Bienvenido, señor presidente, y me felicito de conocer personalmente al general Porfirio Díaz, cuyos altos merecimientos me son desde hace tiempo conocidos…”
Posteriormente conversaron en privado. Por la tarde, para corresponder la visita del mandatario mexicano, Taft cruzó la frontera a México, donde volvieron a conversar unos momentos en privado.
En ambas entrevistas, el gobernador de Chihuahua, Enrique Creel, sirvió de intérprete. La reunión en Ciudad Juárez tuvo lugar en el edificio de la Aduana. Algunas personas comentaron que en ese salón se escucharon algunos gritos.
Los presidentes salieron de su breve conferencia, tras lo cual se despidieron a los acordes de los himnos nacionales de ambos países.
La prensa mexicana y la estadounidense publicó grandes reportajes; sin embargo, los temas abordados en ambas entrevistas no fueron comentados, porque se trataron en privado.
Pero las investigaciones del historiador Juan Manuel Zunzunegui relatan lo siguiente:
El detonante de la Revolución Mexicana fue la entrevista de don Porfirio Díaz con el presidente Taft.
Básicamente, Taft le pidió a Porfirio Díaz establecer bases militares en México; don Porfirio se negó.
Le pidió a don Porfirio que dejara de construir el ferrocarril transoceánico del Istmo, porque atentaba contra el proyecto del Canal de Panamá; don Porfirio se negó.
Le pidió a don Porfirio que dejara de darle asilo político al expresidente de Guatemala; don Porfirio se negó.
Le pidió a don Porfirio que dejara de comprar armas para el ejército mexicano en el Imperio Alemán y se las comprara a EE.UU.; don Porfirio se negó.
Es decir, Taft le vino a pedir a Díaz que “se bajara los pantalones”, como quien dice.
Porfirio Díaz defendió la soberanía nacional, que tanto se habla ahora. Para EE.UU. ya era incómodo Díaz; en ese entonces tenía 78 años y, en cualquier momento, podía morir, lo que desestabilizaría el país, y EE.UU. no lo quería permitir.
Pero el hecho que este presidente le saliera respondón al presidente de EE.UU. fue la sentencia de su caída del poder.
Nos leemos mañana…