Trizas y trazos

Ni tan santos, ni tan buenos
Por: Antonio Zamora
¿Que los niños o muchachos estudien en un colegio de cualquier religión tienen más valores morales que los que no? Es como la persona aquella que a diario acude a escuchar misa, pero no por ello es una persona beata o buena gente… Aquí debemos recordar aquella frase de “comes santos y “haces” diablos… La asociación entre educación religiosa y valores morales ha sido puesta en entredicho… Un estudio llevado a cabo por el departamento de psicología de la Universidad de Chicago (EE.UU.) y que recoge la revista Current Biology, nos señala lo anterior… Según las conclusiones del trabajo, los niños criados en familias con creencias religiosas son menos generosos y también menos altruistas que los educados en entornos agnósticos o no creyentes… Normalmente se piensa que la religiosidad está vinculada con el autocontrol y la moralidad… Esta creencia está tan profundamente arraigada en la sociedad que, en algunos ambientes, las personas que no son religiosas se llegan a considerar moralmente sospechosas… La sociedad tiene la firme creencia que ser más justo y empático van de la mano con la religiosidad… Y por ello la religión influye en los juicios morales de la sociedad y su comportamiento hacia otros… Y precisamente es esa relación entre moral y religión la más polémica de todas, aunque no siempre es positiva… Para el estudio, los investigadores contaron con una muestra de 1.170 niños de entre cinco y doce años de Canadá, China, Jordania, Turquía, Estados Unidos y Sudáfrica… Los pequeños se habían criado en entornos musulmanes, cristianos, budistas, judíos, hindúes, no religiosos y agnósticos… Los investigadores facilitaron una serie de información para que las compartiesen con otros niños… Aquellos más religiosos estaban menos inclinados a compartir; sin embargo, los más generosos fueron aquellos que procedían de familias ateas o agnósticas… ¿La religión es tan importante para el desarrollo de la moralidad? Para expertos en ese tema, la enseñanza secular aportaría, a la luz de los resultados, valores éticos mucho más fuertes que los religiosos… Esto porque las sociedades secularizadas son más pacíficas y generalmente más ‘sanas’ que las de aquellos países que se anclan en valores religiosos… Países como Suecia, Dinamarca, Japón, Países Bajos, Nueva Zelanda o Bélgica, característicos por una baja fe en la religión presentan, de hecho, los índices más bajos de criminalidad en el mundo y un alto nivel de bienestar social…