Rio Babel

¿Ir a votar o no?
Luis Guillermo Hernández Aranda
Este domingo los ciudadanos acudiremos a las urnas, no a elegir alcaldes o gobernadores, tampoco a presidentes de la República, sino a personas que no conocemos para que integren el poder judicial.
Vamos a elegir jueces, magistrados, ministros de la Suprema Corte, entre cientos de candidatos que nos les permitieron hacer campaña. Sin duda lo que vamos a vivir este domingo es más cercano a una novela de Kafka que a un ejercicio democrático.
Más allá de burlarnos del uso de la tómbola estas elecciones resultan preocupantes sobre todo en el ámbito federal porque no sabemos qué personas llegarán a impartir justicia.
El pasado martes tuve la oportunidad de asistir a la Tercera Sesión Ordinaria de la Cámara Nacional de la Radio y Televisión de Coahuila, donde la presidenta de la Junta de Gobierno del Congreso de Coahuila, Luz Elena Morales, lanzó una advertencia que no es cosa menor: en las boletas federales distribuidas en Coahuila hay candidatos sospechosos que parecieran estar impulsados por el crimen.
“A mí me llama la atención que ves a gente de Tamaulipas y de Veracruz para ser juzgador de distrito en Coahuila o en los tribunales mixtos, a mí eso me pone a pensar”, dijo la diputada.
Los candidatos a los que se refieren la diputada fueron los aprobados por el poder federal, como el Senado, donde incluso el presidente de la Cámara Gerardo Fernández Noroña ha reconocido que fallaron los filtros por lo que hay aspirantes de dudosa procedencia.
En el caso de Coahuila no existe ese riesgo para la elección de los juzgadores locales, ya que el estado diseñó filtros para evitar la infiltración de personas vinculadas con la delincuencia organizada.
“Nosotros respetamos la Constitución y nuestra reforma ha sido calificada como una de las mejores armonizaciones legislativas. Se garantiza que nuestros candidatos no tienen vínculos con la delincuencia, como lamentablemente ha ocurrido en el ámbito federal”, dijo también en la reunión de la CIRT, Luz Elena Morales.
En este escenario la pregunta es ir o no a votar, dedicarle más de 10 minutos a llenar unas boletas de personas cuyos nombres e historias de vida no conocemos. Incluso el magistrado presidente del Poder Judicial de Coahuila, Miguel Mery, pronosticó una participación de menos de 20 por ciento.
¿De qué lado de la estadística queremos estar?, ¿de quienes votaron o no? Lo que es un hecho es que lo haremos a ciegas porque incluso hasta en el Melate o en los pronósticos deportivos hay más certeza.