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4 de junio de 2025
Opinión

Leticia y Cirilo

Leticia y Cirilo
  • mayo 26, 2025

Socorro Guevara Garza

“Nos están matando: el patriarcado detrás de cada feminicidio”

“El amor no mata, el machismo sí”

“Del acecho al feminicidio: ni una más”

“No fue un crimen pasional, fue feminicidio patriarcal”

“Romper el silencio, romper el sistema: justicia para Leticia”

Si has presenciado o participado una marcha feminista, seguro has leído algunas consignas como las mencionadas arriba, seguro también has escuchado comentarios que esas frases son exageradas, seguro has escuchado que se les diga “feminazis” a quienes participan en estas marchas, se les critica, se les juzga, se les criminaliza, se les desprecia, pero justamente por casos como el de Leticia es que esas manifestaciones seguirán sucediendo…

El sistema patriarcal, profundamente arraigado en nuestras estructuras sociales, culturales y económicas, es un factor determinante en la reproducción de la violencia contra las mujeres. La tragedia de Leticia y Cirilo, es un claro ejemplo de cómo este sistema permite, justifica y perpetúa la idea que los cuerpos y las vidas de las mujeres son propiedad de los hombres. Leticia fue asesinada por el simple hecho de haber decidido terminar una relación que si bien duró 36 años, estuvo marcada por la violencia.  Esta decisión, legítima y autónoma, fue percibida por su agresor como una afrenta a su masculinidad, evidenciando cómo el patriarcado enseña a los hombres a ejercer control violento cuando pierden poder sobre una mujer.  Mientras se siga concibiendo el matrimonio o las relaciones como una situación de poder donde una de las partes ejerce dominio sobre la otra, se seguirán reproduciendo situaciones tan trágicas como la de Leticia y Cirilo.

Como sociedad solemos minimizar conductas de violencia en la familia, solemos incluso culpar a quien la sufre “por dejarse”, “por seguir ahí” por mil y una razones que desde afuera vemos como alternativa, pero la violencia te atrapa, domina tu cuerpo y tu mente, obstruye tu pensamiento, hasta que valientemente, como lo hizo Leticia, un día encuentras el valor y la determinación para irte, venciendo el miedo al juicio social y familiar y buscando su libertad y felicidad por encima de todo.  Sin embargo, esta afrenta es difícil de aceptar para un hombre atrapado en su ego y dominado por el sistema patriarcal y emerge ese instinto animal de acechar y merodear a su presa, hasta que consigue llegar a ella y al ver que todo está perdido, le arrebata lo único que aún puede tomar de ella; su vida.

Esta historia duele porque Leticia no será la última, seguirán más Leticias porque el sistema patriarcal continúa influenciando tanto a hombres como mujeres, llevándoles a conductas tan dañinas como estas; este feminicidio evidencia la urgencia de visibilizar y erradicar el machismo normalizado que lleva a muchos hombres a pensar que pueden decidir sobre la vida y la muerte de las mujeres. La violencia extrema, como la que vivió Leticia, no surge de la nada: es el resultado de una cadena de omisiones, tolerancias y aprendizajes machistas que comienzan desde lo cotidiano. Para evitar más muertes como esta, es imprescindible promover una educación con perspectiva de género, fortalecer los mecanismos de protección para mujeres en situación de violencia, y garantizar que el acecho y el acoso sean sancionados con todo el peso de la ley.

 

*Socorro Guevara Garza es presidenta estatal del Organismo Nacional de Mujeres del PRI (ONMPRI) en Coahuila.